Guillermina Baeza nació en el protectorado español de Marruecos. En los años 60 se trasladó a Barcelona y, en los 70, comenzó su carrera profesional que la llevó, en los 80, a desfilar en las principales pasarelas de moda europeas. Su presencia continuada en las pasarelas le ha permitido crear un estilo propio que refuerza la máxima de la filosofía de Guillermina Baeza: "Los trajes de baño y la lencería no son meros accesorios. Hoy adquieren la misma importancia que las prendas exteriores". En la actualidad también trabaja con su hija, Belén Larruy, al frente del equipo creativo.